Este año se celebra el 76º aniversario de la OMS y ello nos
brinda la oportunidad de echar la vista atrás para recordar los éxitos de la
salud pública que han mejorado la calidad de vida durante las últimas siete
décadas. También es una oportunidad de motivar la acción para hacer frente a
los retos sanitarios de hoy y de mañana.
Después de siete décadas de OMS cabe resaltar, que no se ha
avanzado suficiente en aquello que pueda dar tranquilidad y estabilidad delante
cualquier alteración mínima, como ahora pandemias, gripe A y COVID etc., que
colapsa muy fácilmente el sistema de salud y hace sufrir innecesariamente a los
pacientes. Todo por las grandes dificultades por las que pasa la sanidad
pública catalana.
La historia de la sanidad pública catalana es rica y compleja, según un resumen
basado en la información que he encontrado:
El modelo sanitario catalán se implantó a partir de la década
de los noventa. Uno de los principales propósitos para la creación de este
modelo fue facilitar la contratación de los diversos titulares de las entidades
proveedoras de los servicios, esencialmente hospitalarios. Sus pilares básicos
siempre se han centrado en la separación estratégica y operativa de los
mecanismos de financiación, compra y provisión de servicios sanitarios.
Servicio Catalán de la Salud (CatSalut): CatSalut es un ente
público dependiente de la Generalitat de Cataluña y adscrito al Departamento de
Salud. Fue creado en 1990 por la Ley de Ordenación Sanitaria de Cataluña
(LOSC).
Hay un importante interés de resaltar como virtudes el modelo
sanitario catalán respecto al estado por la colaboración público-privada en el sector.
A todo esto en el 2010 Artur Más llega a la Presidencia de la Generalitat. Se justifica la crisis del 2008 y coloca a Boí Ruiz i García como Conseller de Salud de la Generalidad de Cataluña. Un representante de las mutuas catalanas. Durante el mandato de Artur Mas como presidente de la Generalitat de Cataluña y con Boi Ruiz como conseller de Salut, se produjeron recortes muy significativos en el gasto sanitario. Cuando Artur Mas asumió la presidencia en diciembre de 2010, el gasto sanitario real en Cataluña fue de 10.299 millones de euros. En 2015, su último año en el cargo, el gasto sanitario real fue de 9.409 millones de euros, lo que representa una disminución del 8,6% durante su mandato. Estos recortes tuvieron efectos visibles en las salas de urgencia, en las listas de espera y en el tratamiento de los pacientes. Además, provocaron un empeoramiento en las condiciones de trabajo de todos los profesionales sanitarios.
El encargado de estos recortes fue el conseller de Economía
de la época, Andreu Mas-Collell. Durante este período, el recorte aplicado en
la Conselleria de Salut fue muy importante.
El presupuesto sanitario catalán de 2023 es de: 12,232,8
millones de euros.
Toni Comín
Conseller de salut de la Generalitat 2016-2017
El 13 de enero de 2016, el nuevo presidente de la
Generalidad, Carles Puigdemont lo nombró consejero de Salud del Gobierno de
Cataluña. Desde el Departamento de Salud, sus prioridades fueron:
revertir los recortes presupuestarios que había sufrido el
sistema de salud durante la Gran Recesión, reducir las listas de espera para
las intervenciones quirúrgicas y visitas al especialista, mejorar el sistema de
urgencias y emergencias, impulsar las políticas de salud mental desde el
paradigma comunitario, revertir los conciertos con los hospitales privados con
ánimo de lucro, promover una reforma estructural y continuada de la Atención
Primaria, poner la lucha contra las desigualdades en salud en el centro de
todas las políticas, fortalecer el sistema de Salud Pública e impulsar la
estrategia de la salud en todas las políticas, promover la estabilidad laboral
de los profesionales sanitarios, recuperar la política de inversiones en
infraestructuras sanitarias (con especial atención a la renovación integral de
los dos grandes hospitales de Cataluña, el Valle de Hebrón y el Clínico), y
transformar el modelo asistencial vigente hasta entonces por algunos colectivos
específicos (transexuales, pacientes de fibromialgia, fecundación in vitro para
mujeres lesbianas, etc.), entre otros.
Resumiendo, por la Conselleria de Salut de la Generalitat,
han pasado prácticamente todos los colores políticos de Catalunya: CiU, PSC,
Junst y ERC. Esto nos da a entender que todos han estado ahí mareando la perdiz,
como se dice popularmente, pero nadie se ha puesto manos a la obra para
transformar el sistema de salud catalán. Y tiene que ser ahora cuando existe
más movimiento social cuando se ponga hilo a la aguja y trabajemos para
encontrar el camino que nos lleve a esa situación.
La manifestación del día 6 de Abril en Barcelona, debería ayudar a esclarecer la situación política y
lanzar un pacto transformador para alcanzar los objetivos de una sanidad 100x100 pública y de calidad.Para ello se requiere toda la unidad de acción posible. El
día 6 de abril debe ser un día grande de lucha. Ese día todas las
organizaciones sindicales de clase, plataformas de usuarios, Coordinadoras, Mareas
Blancas, organizaciones de médicos, enfermeras y todos los profesionales que
dependen de la sanidad pública, de una u otra manera, deben estar dispuestas y
unidas para marchar juntas hacia Barcelona.
Para ello cada pueblo tiene que trabajar y movilizarse. Cada
pueblo o ciudad debe jugar su papel para llegar a todas esas organizaciones.
Esa es nuestra responsabilidad de aquí al 6 de Abril.
Necesitamos mucha organización y mucho compromiso. Ataviarnos
de pancartas, camisetas, armillas, etc.
Cada comarca y pueblos deben ir bien organizados. Cada pueblo debe jugar su papel. Confeccionar pancartas, camisetas, etc.
Hay que comprometer a los Ayuntamientos para que convoquen el día 6 de Abril a la ciudadanía a defender la sanidad pública catalana, sea del color que sea, y pedirles que se hagan cargo de los autobuses que van a llevar a sus ciudadanos a Barcelona.
(Esperamos a que la fecha del 6 de Abril se mantenga o se
cambie al 7)
Roque Fernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario